¿Las clases Sociales y El origen de las Leyes?

En las clases Sociales y el origen de las leyes aunque el proceso se había iniciado en las comunidades agrícolas neolíticas, en la que existía ya la propiedad privada de los bienes, es con el advenimiento de la cultura urbana cuando la sociedad se divide netamente en clases según su riqueza. En la ciudades encontramos reyes o jefes militares, sacerdote, mercaderes, artesano libres y esclavos, cada uno con distinto grados de poder político y económico; en el medio rural, los campesino suelen ser siervos del templo, que se apropia de los excedentes agrarios, cediéndole a estos lo necesarios para sobrevivir. Esto implica que la participación de los individuos en la riqueza del Estado sea muy desigual, concentrándose en manos de reyes, nobles y sacerdote, aunque se benefician también de ellas, en mayor o menor grado, los comerciantes y los artesanos libres. Quienes no poseen ninguna riqueza venden su trabajo a cambio de un salario.
En las primitivas comunidades cazadoras y aldeanas, donde los individuos participan prácticamente por igual de los bienes, las leyes apenas eran necesarias. La regulación de las relaciones sociales se limitaría a ciertas normas y tabúes cuya transgresión se resolvería de un modo ritual, asumido y aceptado por todo el grupo.
El complejo entramado social que generan las ciudades en las grandes civilizaciones urbanas exigía, por el contrario, la creación de leyes que regulasen la relaciones entre individuos totalmente diferentes, así como un aparato coercitivo que impusiera su cumplimiento, especialmente cuando la diferencia entres las clases se acentuaron, originando con ellos ciertos conflictos de intereses. Con las leyes se regularon los tributos, los precios, los salarios, las compensaciones por daños ocasionados, los privilegios de cada clase o estamento social. etc.
La observancia de las leyes, así como el cobro de los atributos, quedaron en manos de funcionarios servidores del templo, que asumieron poderes policiales. Con ellos, el Estado trataba de impedir que los conflictos de intereses derivaran en envueltos sociales, aunque, pese a todo, estas se produjeron.