jueves, 13 de abril de 2017

¿Egipto- Antiguo Egipto, Valle del Nilo, Imperio Antiguo, Imperio Medio, Imperio Nuevo?

La historia del antiguo Egipto está claramente determinada por sus condiciones geográficas y climáticas. El país se extiende a lo largo del valle del Nilo, su anchura oscila entre 1 y 25 kilómetros. Esta limitado al este y al oeste por dos grandes desiertos, al norte por el Mediterráneo y al sur por la cataratas del propio Nilo. Se encuentra inmerso en una zona de aridez extrema, dentro de la cual el fértil valle y la crecida anual del río dieron lugar al nacimiento de la agricultura.
Pero la práctica de la agricultura exigía la implantación de un sistema político capaz de dirigir los trabajos hidráulicos de drenaje y canalización destinado a controlar las inundaciones. A esto se añade la existencia de dos zonas diferentes, el Bajo Egipto ( en el delta ) y el Alto Egipto ( al sur ),  lo que hizo necesaria la existencia de un poder rígido y centralizado capaz de coordinar los esfuerzo de toda la población. La historia de Egipto puede dividirse en tres grandes períodos conocidos como el Imperio Antiguo ( 2850-2052 a. de J.C ), el Imperio Medio ( 2052-1570 a. de J.C.) y el Imperio Nuevo ( 1570-715 a. de J.C).
Imperio Antiguo. Los primeros pobladores del gran valle fueron trius camitas y semitas que evolucionaron desde sus primitivas aldeas neolíticas hasta llegar a construir dos importantes rivales núcleos de población, uno en el Alto Egipto y otro en el Bajo. Entre los primeros testimonios históricos tenemos una paleta en la que aparece en faraón Narmer llevando la corona roja en el verso y la blanca en el recto. De enorme significación histórica, nos hablaría de este faraón como el artífice de la unificación, si bien la tradición habla de que hacia el año 3000 a. de J.C, un rey mítico llamado Menes unifico el Alto y el Bajo Egipto y fundó la primera de las veintiséis dinastías  de faraones egipcios conocidas por las listas reales y otros objetos arqueológicos hallados en la excavaciones. Con la dinastía Narmer ( Menes ) comenzaría lo que se conoce como Imperio Antiguo. La primera capital del este vasto imperio fue Tinis, y ella gobernarán las dos primera dinastía. Su organización política y administrativa preludia lo que será toda la historia de Egipto. A la cabeza está en el Faraón, cuya autoridad descansa en su divinidad.
Bajo él una compleja administración centralizada en la <<casa real>> y una numerosa corte de escribas. En este momento, el Estado carece de un ejército configurado, y en el caso de operaciones militares utiliza levas locales.
Su riqueza de basa en la agricultura y la ganadería. Pronto la capital se trasladará a Menfis. En este momento son faraones Djoser, quien construyó la pirámide escalonada de Saqqara, Keops, Kefrén y Micerinos, los autores de las tres grandes pirámides de Gizeh donde fueron enterrados. Con ellos el poder monárquico llegó a su máximo esplendedor. Pero desde la dinastía VII a la XI se produce lo que se llama el Primer período intermedio. El prestigio monárquico se debilita y el poder pasa progresivamente a manos de sacerdotes y monarcas. Por último se produjo una revuelta popular que trastornó todo el entramado social de todo el Imperio y el país vuelve a dividirse en dos zonas ( Alto y y Bajo Egipto ). Esta situación no cambiará hasta que el año 2000, tras doscientos años de desórdenes, los faraones de la XII dinastía, afincada en Tebas, consigan restaurar la unidad y el poder del Estado.
Imperio Medio. Durante este momento la historia de Egipto evoluciona hasta una progresiva centralización del poder en manos del faraón a travéz de la creación de una compleja burocracia. Los faraones extienden su poder hasta la 32 catarata y el Líbano, al tiempo que adoptan una actitud más humana y justa en la relaciones con su pueblo. El culto al dios Osiris y la vida de ultratumba se extendieron a todas las clases sociales, y se aminoraron las diferencias en las condiciones económicas de todos los estratos de la sociedad egipcia. Tras este período de esplendor; entre la dinastía XV y XVI se produjo una nueva época de decadencia o Segundo periodo intermedio, correspondiente a la dominación de los hicsos en el Bajo Egipto. Éstos sojuzgaron cruelmente el país. Mientras tanto, el Alto Egipto continuó independiente. En Tebas se conservan las tradiciones del Imperio Medio, y los caudillos locales serán los fundadores de la dinastía XVII. Su esfuerzo principal fue la consolidación de su poder  y liberar Egipto.
Imperio Nuevo. El primer rey de la XVIII dinastía, Ahmosis ( 1570-1546 ), hijo y sucesor del legendario Kamose, conseguirá expulsar a los hiscos y proceder a la reunificación del país. Sus sucesores reorganizaron al economía y el aparato administrativo, e inician un período militarista e imperialista que culminará con el reinado de Tutmés III ( 1480- 1448 a. de J.C.), el cual dio al Imperio la mayor extension territorial de toda la historia de Egipto. Los pueblos de Asia Menor; los mesopotámicos y los nubios conocieron la fuerza  de los ejércitos del Nilo y hubieron de aceptar el vasallaje impuesto por el faraón. Con la época de El- Amarna comienza el declinar del Imperio. Amenhotep o Amenofis IV ( 1379-1362 ) inicia una época de profundos cambios religiosos. Para unos, el faraón representa la lucha entre el clero y el Estado, para otros, es el primer individuos con concepto de tal. Su reforma se basa en la prohibición del culto al dios guerrero Amón-Ra, instituido durante el Imperio Medio, y en el establecimientos de un dios único y universal para todas las razas, Atón, el disco solar. El faraón cambiará su nombre por el deAkhenatón ( el elegido de Atón ), y construye una nueva capital a la que llama Akhetatón ( horizonte de Atón ), en la actual Tell-el-Amarna. Esto trajo como consecuencia la pérdida de poder de los sarcedote de Amón, los cuales, al perder sus anteriores privilegios, comenzaron a conspirar contra el faraón y a sembrar el descontento entre la población. Junto a esto, la actitud pacifista del emperador hizo que se debilitase la preponderancia exterior de Egipto obtenidas tras las anteriores guerras imperialistas. Su sucesor, Tutankamón, restauró el culto a los antiguos dioses y devolvió la supremacía a Tebas. Los faraones de la dinastía XIX mantuvieron la unidad del Imperio conteniendo, a duras penas, el continuo acoso de los hititas, los asqueo, los filisteos y los etruscos, hasta que, tras la pérdida de las provincias asiáticas, el poder real se diluyó en un nuevo feudalismo encabezado por los sacerdotes de Amón.
Hacia el año 950 a. de J.C . Tebas cayó en manos de los libios, y después algunos intentos de reconstruir en Imperio, en el año 662 los asirios, dirigidos por Asurbanipal, conquistaron todo el país. Psamético I ( 663-569 ), fundador de la XXVI dinastía, expulso a los invasores e intentó continuar la tradición faraónica, pero en el año 525 a. de J.C, el rey de Cambises de Persia venció a las tropas de Psamético III y el  país se convirtió en una provincia del Imperio Persa.
El faraón, encarnación directa del dios Horus e hijo del dios Ra, ejercía las funciones de un monarca absoluto en cuyas manos se concentraban todos los poderes. La administración del Estado corría a cargo de una complicada red jerárquica de funcionarios, en cuyo estrato superior se hallaban los monarcas ( gobernadores de los nomos o provincias ), los sacerdotes y los jefes militares, todos los cuales contaban con la ayuda de un gran números de escribas, secretarios y colaboradores de distinto rango. El cuerpo de la pirámide social estaba asociado por hombres libres, y por último se encontraban los esclavos, prisioneros de guerra encargados de los duros trabajos de las minas y las canteras.

Las tumbas egipcias son un importante muestrario de la forma de vida comunes.
Con las pinturas se intentaba asegurar al difunto que tendría todas sus necesidades
cubierta en su camino hacia el mas allá. A través de su pinturas observamos
la gran importancia de la agricultura en el antiguo Egipto.


                               





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